El duende de Zaragoza trascendió las fronteras de España y tuvo amplia difusión. Vecinos evacuados debido a esta entidadsobrenatural, y cuando todo parecía resuelto, la voz diabólica seguía presente.
A principios de noviembre de 1934 en Zaragoza, de la hornilla de una vieja cocina comienza a salir una voz ronca que cuando habla se la oye hasta fuera del inmueble. El fenómeno alcanza tal dimensión que la guardia civil y un ejercito de albañiles toman la casa y registran todas los conductos para develar el misterio. Mientras, en la calle, llegan a reunirse hasta 3000 personas intentando oir al duende; es el año antes de la guerra… La voz respondía a las preguntas y una vez respondió: No soy hombre…