En 1746, el monje francés Dom Calmet, una de las primeras autoridades en vampirismo, trató de mantener una actitud objetiva en su búsqueda de la verdad. Y esta verdad no siempre resultaba fácil de discernir bajo el peso de numerosas supersticiones y de unos relatos más que confusos por parte de los testigos. No obstante, se vio obligado a admitir: Se nos dice que los zombies y muertos vivientes vuelven desde sus tumbas, que se les oye hablar, que caminan, que atacan a hombres y animales cuya sangre arrebatan, haciéndoles enfermar y causando finalmente una muerte paranormal. Y la gente no puede librarse de ellos hasta que exhuman los cuerpos y los atraviesan con una estaca bien aguzada, o les cortan la cabeza, les arrancan el corazón, o queman los restos hasta reducirlos a cenizas. Parece imposible no suscribir la creencia predominante según la cual estas apariciones proceden en realidad de sus tumbas.
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Escalofrios: Los vampiros
Enviado por admin el 20 diciembre 2009
En 1746, el monje francés Dom Calmet, una de las primeras autoridades en vampirismo, trató de mantener una actitud objetiva en su búsqueda de la verdad. Y esta verdad no siempre resultaba fácil de discernir bajo el peso de numerosas supersticiones y de unos relatos más que confusos por parte de los testigos. No obstante, se vio obligado a admitir: Se nos dice que los zombies y muertos vivientes vuelven desde sus tumbas, que se les oye hablar, que caminan, que atacan a hombres y animales cuya sangre arrebatan, haciéndoles enfermar y causando finalmente una muerte paranormal. Y la gente no puede librarse de ellos hasta que exhuman los cuerpos y los atraviesan con una estaca bien aguzada, o les cortan la cabeza, les arrancan el corazón, o queman los restos hasta reducirlos a cenizas. Parece imposible no suscribir la creencia predominante según la cual estas apariciones proceden en realidad de sus tumbas.