Este era el caso de las niñas Parris, hija y sobrina del Reverendo Parris, las cuales eran entretenidas y acompañadas por una esclava de nombre Tituba, nativa de las Antillas. Entre sus dotes se encontraban el poder de leer el futuro en la clara de un huevo. Esta fue una de las razones por la cual se la consideró bruja, iniciándose así la cacería de brujas en el pueblo de Salem.
Las niñas Parris empezaron a cambiar su comportamiento. Se dice que lloraban sin razón, corrían en cuatro patas y aullaban como lobos.
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Brujas de Salem: La verdadera historia
Enviado por admin el 20 diciembre 2009