Mientras por las calles de París deambula un gran numero de visitantes de museos y monumentos, a 22 metros de profundidad, donde la luz no alcanza a filtrarse, hay un
mundo inhospito y tenebroso.
Son las entrañas de Paris, una maraña de subterraneos de 300 kilometros de longitud que abarca la casi totalidad de los 20 distritos de la ciudad.
Cuevas,
criptas, alcantarillas y
catacumbas se interconectan a lo largo y ancho de la capital, formando una extensa telaraña a la que tan solo unos pocos tienen acceso.
Existen varias puertas, pero
su entrada esta prohibida desde 1955 y vigilada severamente por la policía.
A pesar de que la puerta oficial esta ubicada en la Place Denfert-Rochereau, al sur de la ciudad, los “cataphiles” o
amantes de lo oculto acaban por colarse sigilosamente a través de algunas de las 26.000 bocas del alcantarillado.
La entrada ostenta esta inscripción: “Deteneos,
es el imperio de la muerte“.
La leyenda afirma que un
ser fantastico vaga aun por la soledad de las
oscuras galerias subterraneas.