Pueblo Fantasma: Terror y misterio

La siguiente narración es un caso realmente escalofriante, el cual parecería de una película de Hollywood, sin embargo es un suceso real ocurrido en 1930, y el mismo, hasta el momento no ha sido resuelto, es decir hasta este momento es un enigma lo que sucedió en el PUEBLO FANTASMA ubicado a la orilla del Lago Angikuni en Canadá

El misterio fue descubierto por el señor José Labelle en el mismo año de 1930. Era una época de invierno muy cruel, ya que las temperaturas descienden demasiado, y casi todo el día es oscuridad. José caminaba con su trineo sobre la nieve, se sintió un poco cansado y decidió ir al poblado que está cerca del Lago Angikuni, cuando ya estaba cerca empezó a sentir una sensación extraña, cierto escalofrío, una sensación incontrolable de huir, sin embargo, cuando ya estaba entrando al pueblo notó que ningún perro ladraba. Algo había anormal allí.No encontró persona alguna en las calles, estaba desolado, las chimeneas que siempre estaban encendidas ahora no emitían humo alguno.

Esa soledad lo llenó de miedo y angustia, por lo que empezó a gritar, a ver si alguien le respñondía; pero fue en vano, se introdujo en varias casas y negocios pero estaban vacíos, sin embargo le extrañó que los rifles estaban adentro, al igual que las bolsas donde transportaban comida y sus materiales de viaje, pues ningún poblador saldría sin ellos. Siguió buscando y no encontró señal de persona alguna, fue a la orilla del lago y ahí estaban sus kayaks y lanchas amarrados, al parecer no habían salido del pueblo, pero hombres, mujeres y niños junto con sus perros habían desaparecido, por último caminó rumbo a otros lugares frecuentados por las personas que conocía. Incluso tenía algunos amigos, pero no encontró a nadie, y seguía sintiendo un temor lleno de escalofríos. Por último, decidió ir a buscar a un lugar que le originaría la mayor sorpresa de su vida y el mayor pavor que jamás se imaginó. Cruzó una vereda en medio del solitario bosque para llegar al panteón del pueblo, y al llegar, miró atónito un hecho incomprensible: todas las tumbas estaban abiertas de par en par. Se acercó hasta las mismas y mayor fue su sorpresa cuando vio que allí no estaban los muertos.

Tan pronto como pudo regresó al pueblo y usando el telégrafo envió un mensaje a la Real Policía Montada de Canadá avisando de lo ocurrido, enviaron a grupos de policías a investigar y debido a las condiciones climáticas tardaron varios días en llegar. Cuando hicieron su aparición en el desolado pueblo, comprobaron lo mismo que vio José, y empezó la búsqueda en los alrededores, pero lo único que encontraron fueron algunos perros congelados.

Estos grupos buscaron información en los poblados más cercanos, pero nadie sabía qué había pasado, se hizo una investigación a nivel federal, pero fue infructuosa. Hoy en día continúa como un misterio más de este mundo, el cual se une a una serie de casos por demás incomprensibles, pero que todos estamos expuestos a sufrir.

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