Este monstruo marino de 50 centimetros y de casi dos kilos de peso se llama Bathynomus giganteus. Es el isópodo más grande conocido, tiene ojos compuestos con unas 4000 facetas altamente reflectivas. Cuenta con siete pares de patas, las dos primeras modificadas en maxilipeds que significa pies-boca, para trasladar los alimentos a sus 4 series de mandíbulas modificadas para cortar y desgarrar. Los huevos de estos gigantes isópodos también son gigantes, alcanzan hasta 13 mm de diámetro. A simple vista parecería un alien.
Estos crustáceos habitan en las profundidades oceánicas donde la luz es prácticamente inexistente, las temperaturas son bajas y la presión bastante elevada. Su cuerpo está divido en cabeza, tórax y abdomen. El tórax posee ocho segmentos cada uno de los cuales posee un par de patas. En su cabeza aparecen dos pares de antenas que les ayuda a la hora de buscar comida y saborearla.
Son animales solitarios y carroñeros que van barriendo el lecho marino alimentándose de restos de animales muertos como ballenas, calamares y peces entre otros. Debido a la escasez de alimento en esas profundidades el Bathynomus gigante puede estar hasta 8 semanas sin comer, eso sí cuando dan con ello se alimentan de tal manera que después apenas pueden moverse.