A principios de 1980, los medios de comunicación en Chicago y Los Ángeles se hicieron eco sobre una extraña epidemia que se había apoderado de la población en el sudeste asiático. Jóvenes perfectamente sanos y saludables informaron de pesadillas horribles negándose a dormir durante días. Convencidos de que sus vidas estaban siendo atacados por demonios durante sus sueños, los hombres se volvieron adictos al café y otros estimulantes en un esfuerzo desesperado para mantenerse despiertos. Sin poder resistirse al sueño, sus padres eran despertados por gritos de terror y todos describian a la misma figura, una bruma oscura que se transformaba en la silueta de una mujer de negro, de rostro tenebroso que en lugar de tener ojos tenia dos huecos negros.
Con el tiempo la situación no cambio y los gritos de pánico se oían provenientes del dormitorio de las víctimas. Los jóvenes se encontraban en sus camas atrapados en las poderosas pesadillas, gimiendo, jadeando, asfixiándose, incluso en algunos casos sacaban espuma por la boca y antes de que pudieran ser despertados, ellos de repente morían violentamente. Las autopsias realizadas por médicos forenses no dictaminaban nada, las causas de la muerte paranormal eran desconocidas. El miedo en los barrios del sudeste asiático fue en aumento, causando un pánico popular.
Pero aunque son muchas las teorías expuestas sobre este fenómeno no hay pruebas concluyentes de lo que realmente ocurre en los sueños, pesadillas mortales responsables de más de 230 muertes documentadas de hombres jóvenes sanos. Los testimonios de las victimas antes de morir, se repetian. El fantasma o espiritu de la mujer de negro entraba en tu habitación mientras dormias y venia por tu alma. A la tercera aparición fantasmal recitaba el nombre del demonio en un ritual satánico y la victima moría. El terror, escalofrios, miedo, horror como quieran llamarle que sentía la victima a la tercera aparición del demonio no puede ser descripto por las lenguas de los hombres.