Escalofrios en el lago Ness.
La más antigua referencia conocida sobre una misteriosa criatura presente en el lago Ness, sería el relato de la Vida de San Columba, donde se describe cómo en el año 565 San Columba habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un terrible monstruo en el río Ness. Algunas personas han asociado como primeras referencias, a antiguas leyendas de terror locales sobre unos monstruos acuáticos llamados kelpies; que se dicen habitarían en las profundidades de este lago. En ambas referencias se destaca que a estas criaturas no se les atribuyen las mismas características anatómicas, ni actitudinales que generan miedo y horror en los pobladores de la región que han visto al Monstruo del lago Ness.
Un artículo publicado en el Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la existencia de una oscura criatura o monstruo mitologico en la profundidad de las aguas. Luego de pasar muchos años; en 1930, el periódico El Northern Chronicle, publicó una noticia titulada Una extraña bestia en el lago Ness en la que se detalla la historia de dos pescadores que se refieren a una criatura gigante que produjo un gran remolino de agua cerca de Tore Point.
En 1932, K. MacDonald afirmó que había visto a una criatura similar a un cocodrilo o dinosaurio remontando el río Ness, Esta criatura unica en su especie fue bautizada inocentemente como Nessie.
El artículo definitivo sobre la teoría del monstruo del lago Ness generó mas miedo con el avistamiento que habría tenido lugar el 2 de mayo de 1933. El periódico Inverness Courier publicó la noticia de una pareja local que dijo haber visto un supuesto monstruo alienigena. El informe del monstruo se convirtió en una sensación entre los medios, incluso se ofrecía una recompensa de 20.000 libras esterlinas por la captura de la criatura.
Más tarde ese mismo año, A.H. Palmer, quien atestiguó un avistamiento de Nessie el 11 de agosto de 1933, a las 07:00 AM, describió a la criatura como teniendo su cabeza al ras del agua. Su boca, que tenía una anchura de entre doce y dieciocho pulgadas de 30 a 45 centímetros se abría y cerraba; la abertura máxima de su boca era estimada en cerca de seis pulgadas.
La preocupación moderna por la criatura, ya conocida como un monstruo prehistórico del Lago Ness, fue despertada por la fotografía tomada por el cirujano R.K. Wilson el 19 de abril de 1934, que parecía mostrar a una enorme criatura de cuello largo que se deslizaba a través del agua. Se trataba según confesiones posteriores de una foto falsa.