La historia negra de los Rolling Stones

No cabe duda que es la banda más legendaria del rock and roll. Su música quizás irrepetible, posiblemente la de su primera época. Pero muy pocos conocen el oscuro trasfondo de muerte, disputas y separaciones que atravesaron a lo largo del tiempo. De la formación original sólo quedan Mick Jagger -cuya ultima y exitosa novia diseñadora L’Wren Scott acaba de suicidarse en Nueva York-. Keith Richards, considerado un muerto viviente, por su larga vida de excesos con las drogas y el alcohol, y Charlie Watts de quien se dice que trompeó a un Mick Jagger borracho por haberlo llamado muy tarde una noche.
Brian Jones, su fundador y quien diera nombre al conjunto, célebre por su vasta capacidad instrumental, quién no recuerda su Sitar en “Paint it black“, muerto, hoy se sabe que asesinado. Su reemplazante Mick Taylor, 20 años, por la proximidad de Richards se vuelve adicto a la heroina y abandona el grupo casi 5 años después tras una discusión con Richards que lo echa del estudio de grabación. Nunca le reconocieron a Taylor ninguna autoría en los temas en que participó. Bill Wyman, bajista original del grupo también abandona un día la agrupación con el mismo silencio con que se movía entre ellos y la desconfianza con que los miraba. Ian Stewart, pianista de la banda, fue despedido.
Pero entre ellos se moverán figuras ligadas al mundo mágico, satánico, y rituales muy oscuros. Kenneth Anger, esoterista, cineasta y discipulo del mago negro Aleister Crowley. Marianne Faithfull, bruja y autora de libros esotéricos, primera novia de Mick Jagger. Anita Pallenberg, ex novia de Brian Jones y después esposa de Keith Richards, mujer de quien se cuenta que realizaba ritos en secreto y en cuyo dormitorio un guardaespaldas relata haber encontrado cajones llenos de fragmentos de huesos y piel de extraños animales.
Y muchas otras cosas más ligan a esta extraña pareja a lo siniestro
En 1980, Scott Cantrell, de diecisiete años de edad, cuidador de la finca de Nueva Inglaterra de Keith Richard, fue hallado muerto en la cama de Anita Pallenberg.
Según un artículo publicado en el periódico Inglés Midnite, un oficial de policía de Connecticut, Michael Passaro, que había sido llamado por el suicidio, informó haber escuchado extraños cantos de los bosques ubicados a un cuarto de milla de la mansión de Richards.
Según el diario, “Ha habido varios rituales satánicos extraños en la zona próxima a la Residencia durante los últimos cinco años.”

Pero el caso que más llama la atención fue la muerte del Stone Brian Jones:
El 8 de junio de 1969, Mick Jagger y Keith Richards fueron a comunicarle a Brian que estaba despedido y que iba a ser reemplazado por Mick Taylor, Fue Jagger el que comenzó a hablar, exponiendo los problemas, según les había recalcado el semi-gangster Allan Klein, nuevo mánager de los Stones. Llevaban un documento para que lo firmara Brian. En el contrato cedía los derechos del nombre al resto del grupo.
Brian Jones se negó a firmar. Keith Richards perdió los nervios y le amenazó con un cuchillo o una navaja. El albañil Fran Thorogood tuvo que detener a Keith y calmarlo. Mick y Keith abandonaron la casa sin la firma de Brian.
Brian por esos tiempo hacía reformas en su residencia y había contratado a un equipo de albañiles encabezado por el ya nombrado Frank Thorogood, un obrero londinense que antes había trabajado en Redlands, la casa de Keith Richards.
Alrededor de la media noche del 2 de julio, la novia sueca, Anna Wholin, encontró el cuerpo de Brian en la piscina con la cabeza debajo del agua. Anna constató que todavía tenía pulso. Pero cuando llegó la ambulancia, el médico sólo tuvo tiempo de certificar su defunción.
El asesinato de Brian permaneció en el terreno del rumor hasta la muerte de Frank Thorogood, en 1993. Fue entonces cuando Tom Keylock -otro albañil del equipo- le contó a Terry Rawlings, el autor de Who Killed Christopher Robin?, que el albañil le confesó en su lecho de muerte haberse “cargado” a Brian Jones.
Brian fue enterrado a casi 4 metros profundidad en el cementerio de Cheltenham en un ataud de bronce y plata, llegado de América y pagado por Bob Dylan. Pero al entierro sólo acudieron Charlie Watts y Bill Wyman. Keith Richards se negó Mick Jagger y Marianne Faithfull volaban a Australia.
En 1980, Keith Richards sufrió un intento de chantaje por parte del abogado Patrick Townshend quien llevaba los negocios de Mick y Bill Wyman, aparentemente el chantaje estaba relacionado con la muerte de Brian. No se volvió a saber más.
El episodio violento de Keith Richards con Brian Jones durante aquella visita fue confirmado por Jan Bell, la hija del asesino Frank Thorogood, también ha narrado esa visita en su alegato. Su declaración está tomada por un oficial de la policía de Sussex y existe todavía en los archivos de la polícía de Gloucestershire.
El símbolo de la lengua roja que los representa fue sugerido por Mick Jagger basándose en un dibujo de la terrible diosa hindú Kali.

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