El joven de la foto, que bien podría ser su vecino o el mío, no es otro que el legendario asesino serial Richard Ramirez, conocido como el merodeador nocturno, condenado a cadena perpetua, por milagro su ejecución hasta ahora no fue realizada. Una leyenda entre los asesinos seriales norteamericanos.
Nacido en Texas, su carrera delictiva comenzó en a los 9 años y prosiguió a los 16 en Los Angeles, ciudad que permaneció aterrorizada por sus andanzas. No era un asesino común. Los crímenes de Richard Ramírez no siguen ninguna pauta concreta. No seleccionaba a sus víctimas, matando indiscriminadamente a hombres y mujeres entre edades que iban desde los dieciséis hasta los ochenta y cuatro años, en el período que va de 1984 a 1986.
Su forma de asesinar tampoco fue común, no respondía a patrón de regularidad alguno. Podía matar con un arma de fuego como apuñalarlas, y en algún caso llegó a matarlas con un bate de béisbol. Unas veces se comportaba como un asesino organizado, planificando el crimen y sin dejar ningún indicio que pudiese identificarlo, como lo podía hacer de manera desorganizada creyéndose protegido por su Satán. En algunas de sus víctimas talló símbolos satánicos.
En sus comienzos como asesino serial, solía golpear y violar a sus víctimas, dejándolas con vida. Pero con el tiempo se fue convirtiendo en un hombre de extrema crueldad, hasta el punto que incluso remataba sus crímenes mutilando los cuerpos, o arrancándoles los ojos.
Por fortuna, una mujer lo reconoció en las calles de Los Angeles como el asesino serial partiendo de un retrato dibujado que difundió la policía. Sus gritos alertaron a otros y casi fue linchado. Fue acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 9 violaciones, 2 secuestros 4 actos de sodomía, 2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos de morada. Se estima que actuó en muchas más ocasiones y él nunca colaboró con la policía dando datos de sus crímenes.
Finalmente el 3 de octubre de 1989 tras cuatro días de deliberaciones el jurado votó por la pena de muerte para Richard Ramirez y el 4 de noviembre fue ratificada la sentencia de 19 penas de muerte, sentencia que aún no fue ejecutada.
En un reportaje que concedió recientemente en la cárcel delante de una cámara de televisión, ante la pregunta: ¿Quién eres? Se limitó a contestar: Sólo soy un muchacho.